Residentes en tres condados recibieron órdenes de evacuación después de que los técnicos del Departamento de Recursos Hidráulicos detectaran un agujero en la base de una vía auxiliar de desagüe del embalse.
/Univision
LOS ÁNGELES, California.- Las autoridades de California ordenaron este domingo la evacuación de más de 180,000 personas de los condados de Yuba, Sutter y Butte, en el norte de California, por el temor a que la estructura de la represa Oroville ceda y deje salir grandes cantidades de agua que causarían inundaciones en el valle recorrido por el río Feather.
De acuerdo con la información del Departamento de Transporte de California el domingo, las localidades afectadas por las evacuaciones son: Oroville, Gridley, Live Oak, Marsville, Wheatland, Yuba City, Plumas Lake, Olivehurst, Nicolaus y Hallwood.
El Departamento del Sheriff del Condado de Butte (BCSD), donde se encuentra la represa, fue quien en primer momento tomó la decisión de desalojar los núcleos de población en una región agrícola cuando fue informado por los técnicos del Departamento de Recursos Hidráulicos de California (DWR) de la existencia de un agujero en la base de una vía auxiliar de desagüe de la represa. Esa hendidura, según temen los expertos de DWR, compromete la integridad del dique de contención auxiliar que desde el sábado empezó a desbordarse.
Durante varias horas el domingo, DWR creyó que ese dique podría colapsar en cualquier momento, lo que dio pie al alerta y las evacuaciones. El último reporte del domingo, que se dio a conocer poco antes de las 11 de la noche (hora local), dio a entender que la situación se había estabilizado y que no existía un peligro inmediato.
El sheriff de Butte, Kory L. Honea, indicó que las evacuaciones obligatorias seguirán en pie "hasta que haya una idea más clara del riesgo".
A última hora del domingo, el gobernador de California, Jerry Brown, declaró la emergencia para habilitar recursos que permitan atender la situación.
La alerta generó temor en los ciudadanos que, en su intento por huir del valle, se encontraron con carreteras atascadas.
La alerta generó temor en los ciudadanos que, en su intento por huir del valle, se encontraron con carreteras atascadas.
"Estoy impactado", dijo a la agencia AP Greg Levias, que huía con su esposa, sus dos hijos y su perro. La familia apenas pudo meter algunas cosas en el maletero del carro y lo que no cupo, quedó apilado lo más alto que pudieron en su apartamento en Yuba City.
Raj Gill trabaja en una gasolinera. Su jefe le pidió que cerrara la tienda, pero no lo había logrado por la cantidad de personas que entran buscando comida. "Yo también estoy intentando salir de aquí. Estoy preocupado por las inundaciones. He visto las imágenes, hay mucha agua", dijo a AP.
Muchas lluvias y una zanja gigante
La presa Oroville es la más alta del país con un desnivel de 900 pies de altura (más de 274 metros), y forma uno de los lagos artificiales (el lago Oroville) más grandes de California, un estado que durante los últimos seis años ha padecido una sequía extrema. Sin embargo, desde el pasado octubre las lluvias regresaron con intensidad al territorio, especialmente en el norte, donde en pocos meses las tormentas han terminado con la sequía (que continúa en el sur).
Los frentes lluviosos han ocurrido casi sin interrupción cada semana en lo que va de 2017, hasta el punto de que se han tenido que abrir las compuertas de la presa Oroville para dejar salir agua con el fin de habilitar espacio para la que estaba llegando por las nuevas precipitaciones y el deshielo.
La semana pasada, DWR detectó una ruptura en la parte baja de la rampa principal de salida de aguas de la presa. Esa zanja fue creciendo hasta convertirse en un gigantesco hoyo de 200 pies de largo (60 metros) y 30 de ancho (9 metros). Para investigar lo que estaba pasando, el 7 de febrero los técnicos cerraron las compuertas de la rampa y comprobaron que los daños no afectaban la integridad de la presa –la rampa está sobre una ladera, no sobre el hormigón del dique.
En plena época de lluvia y con un embalse casi lleno reparar la rampa no era realista, así que DWR comenzó a probar la capacidad de aguante al liberar agua, primero con 20,000 pies cúbicos por segundo. El flujo continuó erosionando el agujero, pero la represa seguía llenándose de agua, por lo que era necesario abrir las compuertas a pesar de que eso pudiera dañar aún más la rampa principal. El 9 de febrero el volumen de agua saliente era de 35,000 pies cúblicos por segundo, mientras se trataba de establecer cuál era la cantidad máxima de agua que se podía dejar salir sin causar daños severos a la vía de escape.
Un día después, el volumen había ascendido hasta 65,000 pies cúblicos por segundo, y después se rebajó hasta 55,000 pies cúbicos. Cuando el agua llega a la marca de los 900 pies de altura se considera que el embalse está lleno y podría desbordarse.
Sin embargo, las lluvias del jueves y el viernes contribuyeron a que durante el fin de semana, la cantidad de agua que iba llegando hasta la presa (192,000 pies cúbicos por segundo) fuera más de la que se estaba liberando por la rampa defectuosa. Se volvió a aumentar el volumen de agua saliente, pero el mismo viernes por la noche se daba por hecho que, por primera vez en la historia de la presa Oroville, el agua embalsada rebasaría el dique de contención aledaño a la rampa dañada diseñado para permitir que el agua rebose cuando supera los 900 pies de altura.
En los 48 años de historia de la presa jamás había sido necesario recurrir al escape auxiliar. En 1997 le faltó apenas un pie para que se rebosara.
6:08pm: #OrovilleDam itself is not compromised at current time. Failure would be on auxiliary spillway. See graphic for details.
Una situación "dinámica"
A las 8:00 am del sábado, el nivel de agua en el embalse llegó a 901 pies de altura y –como una bañera que sobrepasa su capacidad– un torrente comenzó a caer por el dique colina abajo hasta llegar al cauce del río Feather, el mismo que alimenta la rampa principal de la presa.
A diferencia de lo que ocurre con los sistemas de compuertas, los técnicos de la represa son incapaces de controlar directamente el flujo de agua que sale por la vía auxiliar. Se calculó que durante las primeras horas se liberaron unos 12,000 pies cúbicos por segundo por la vía auxiliar, más 55,000 por la rampa principal.
El domingo, a media tarde, los técnicos se dieron cuenta de que se había formado un agujero en la zona de desagüe de la vía auxiliar. En esta ocasión no podían cerrar compuertas para comprobar los daños, pero la percepción era que el hoyo se iba agrandando y podía afectar al dique. Esta situación llevó a las evacuaciones de emergencia y a que se aumentara el flujo de salida de agua por la rampa principal, que tiene una enorme zanja, hasta 100,000 pies cúbicos por segundo con la idea de drenar rápidamente el embalse y que el nivel del agua cayera por debajo de los 900 pies.
A última hora del domingo, DWR confirmó que la vía auxiliar había dejado de liberar agua y se anunció queel lunes los ingenieros visitarían la zona para ver sobre el terreno la extensión y gravedad de los daños.
"Esta es una situación dinámica", explicó el director de DWR, William Croyle, a los medios de comunicación el domingo por la noche. "Estamos tomando decisiones con la información que vamos teniendo", añadió.
Croyle aplaudió la decisión de evacuar a los residentes y evitó hacer predicciones sobre qué podría ocurrir las próximas horas.
"El objetivo es mantener la salida de agua todo lo que podamos. Habrá más daños (en las vías de escape de agua)", declaró Croyle, quien indicó que 100,000 pies cúbicos por segundo es una cantidad típica para esta época del año. En 1997 llegaron a correr hasta 150,000, el límite que es capaz de transportar el caudal del Feather sin causar grandes inundaciones. "No queremos llegar a eso si lo podemos evitar", manifestó.
Croyle apuntó que, si las condiciones meteorologícas son favorables, podrían incluso decidir parar durante un tiempo la salida de agua por la rampa principal para ver cuánto se ha dañado los últimos días.
DWR desconoce la razón exacta por la que se produjeron las hendiduras en la zona exterior de la presa. Existe un plan para tapar el agujero en la vía de salida de agua auxiliar con rocas que serían transportadas usando helicópteros.
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