sábado, 23 de septiembre de 2017

Barahona tiene la oportunidad de descollar en el ámbito turístico,

La imagen puede contener: cielo, océano, exterior, naturaleza y aguapor 
Alsy Pimentel

Barahona tiene la oportunidad de descollar en el ámbito turístico, pero lamentablemente no tiene quien se preocupe por ese anhelado desarrollo. 
El cayo es uno de nuestros emblemáticos proyectos, pero los desarrillistas no saben como llegar hasta el.
Esta carretera de acceso fue hecha por un municipe bateyero, ni siquiera por el gobierno.
Hela ahí en franco deterioro.

Hay mucho temor en la cuenca por crecida del río Yaque del Sur

Benny Rodríguez
 
DSCN7414Barahona.- Poblados ubicados en la cuenca baja del río Yaque del Sur han comenzado a preocuparse ahora más que cuando se esperaba el huracán María, debido a la crecida del afluente que provoca desbordamiento e inundaciones de estas comunidades.
 
Según información ofrecida a Listín Diario la presa de Sabana Yegua, está vertiendo abundante cantidad de agua sin que el  Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), esté desfogando la misma.  
 
Una fuente de entero crédito, dijo a este diario a cambio de no dar a conocer su identidad que esta mañana el río Yaque del Sur estaba recibiendo 74 metros cúbicos por segundo, el cual ha bajado en horas de la tarde a 56, situación que preocupa y atemoriza a los que viven en la zona de la cuenca baja del citado río.
 
Hicimos contacto con Augusto Moreta (Chichi), director regional de la Defensa Civil (DC), quien confirmó la información sobre la crecida del Yaque del Sur, quien dijo se encontraba en la zona monitoreando la situación.
 
Tratamos de hacer contacto vía telefónica con la encargada del Distrito de Riego Yaque del Sur, Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), ingeniera Damaris Gómez Terrero para obtener una reacción suya sobre el particular, pero no contestó las llamadas ni las devolvió.
 
El desbordamiento del río Yaque del Sur, producto de las lluvias y por el desfogue de las presas Sabaneta y Sabana Yegua, principalmente de esta última, provoca inundaciones de viviendas, así como de propiedades agrícolas, lo que afecta, asimismo a pequeños y medianos ganaderos.
 
La crecida del importante río afecta a Canoa, Jaquimeyes, El Peñón, Cabral, Habanero, Pescadería, Hato Viejo, La Hoya, entre otras comunidades ubicadas en la zona de influencia de la cuenca baja del Yaque del Sur.
 
La situación ha causado intranquilidad en todos estos poblados, ya que de seguir la presa vertiendo abundante agua como lo viene haciendo desde esta mañana ven inminente que sus casas y sus pequeñas unidades productivas resulten inundadas.
 
Pobladores de estas comunidades formularon un vehemente llamado a las autoridades del Comité de Prevención, Mitigación y Respuesta (CPMR), que preside el gobernador, Pedro Peña Rubio, así como la encargada del Indrhi, la ingeniera Gómez Terrero, a estar pendiente de esta situación que puede provocarle la pérdida de sus bienes, fundamentalmente de lo poco que tienen sembrado.
 
Se quejan porque hasta la fecha no han visto la presencia del organismo rector del recurso agua  haciendo una evaluación de la crecida que tiene el río, a los fines de evitar a tiempo cualquier situación anormal que produzca.
 
Moreta, director regional de la Defensa Civil, dijo que el organismo de protección civil se mantiene vigilante y que hacía un recorrido por la zona para contactar personalmente la situación a los fines de actuar de inmediato en caso de cualquier eventualidad.

El miedo a flor de piel en México

Paola Martínez Castro
EFE
México
Un nuevo sismo desató hoy pánico entre la población del centro y sur de México, que aún no se recupera de los terremotos registrados con una diferencia de doce días y que han dejado más de 400 fallecidos, y causó dos muertes por "infarto" a raíz de crisis nerviosas.
Después de los efectos devastadores de los movimientos telúricos del 7 y el 19 de septiembre, la población tanto de la capital como de los estados del sur del país vive con los nervios de punta y el oído aguzado para detectar al primer segundo la alarma sísmica.

En Ciudad de México, donde las labores de rescate de sobrevivientes continúan cuatro días después del peor terremoto registrado desde 1985, también un 19 de septiembre, muchas familias duermen reunidas bajo el mismo techo, en el mejor de los casos, ante el temor a una nueva tragedia.

Otras han montado tiendas de campaña frente a edificios que quedaron severamente daños el martes pasado para vigilar que no les roben sus pertenencias, a pesar de la fuerte presencia de militares y marinos custodiando los inmuebles, o a la espera de noticias sobre cuál será el futuro de su patrimonio.

En el peor de los casos, cientos de personas aún están en las inmediaciones de las estructuras derruidas con la esperanza de que los equipos de rescate, ya sea mexicanos o de diferentes lugares del mundo que han llegado a apoyar las labores, puedan sacar con vida a sus seres queridos de entre los escombros.

Así sorprendió a los capitalinos el sismo de esta mañana, de magnitud 6,1 en la escala de Richter y considerada una réplica del terremoto de 8,2 ocurrido el 7 de septiembre, el más poderoso desde 1932 y que dejó 98 muertos en los sureños estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco.

La alarma sísmica sonó casi un minuto antes de que empezara a temblar la tierra, lo que dio tiempo a muchos a salir de sus viviendas, una medida a la que ya están acostumbrados los capitalinos.

Esta vez se repitieron las escenas de pánico del martes, aunque el movimiento se sintió mucho menos.

Y es que, como asegura a Efe una vecina de la céntrica colonia del Valle, una zona residencial muy afectada por el sismo del martes con varios edificios colapsados y otros a punto de caer, el sonido de la alerta genera un gran estrés porque se desconoce si el sismo será leve o fuerte.

Las dos víctimas de hoy son dos mujeres de 83 y 52 años, quienes "perdieron la vida por infarto derivado de una crisis nerviosa" tras la activación de la alerta sísmica. Una tercera persona falleció en Ixtaltepec tras derrumbarse su vivienda.

El psicólogo Benjamín Domínguez Trejo dijo hoy que la mayoría de la población que vivió el temblor del 19 de septiembre ya sufre o sufrirá síndrome de estrés postraumático, el cual en condiciones adecuadas debe disminuir o desaparecer a los tres meses del evento.

Algunos de los síntomas de quienes padecen este síndrome es el exceso de energía, tanta que no puede estar sentado por un rato ni dormir, o que se reviven las escenas traumáticas de manera involuntaria, en este caso los recuerdos del temblor.

"Sentir miedo después de un terremoto es una reacción normal de protección"; el desafío para la salud pública es que alrededor del 20 % pueden persistir con esta condición hasta por 20 años, alertó el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Muchas personas "se sienten estresadas y temerosas ante la posibilidad de que se repita", explicó el experto, quien recomendó a la población intentar descansar, ya que ello permite al organismo resistir los síntomas del síndrome, o hacer un "ayuno de noticias".

También sugirió estar cerca de amigos y familiares, "personas con las que nos sintamos apoyados, pues eso nos ayuda a mantenernos en un estado de serenidad".

Es el caso de Alfredo, un vendedor de 79 años ya pensionado, quien ahora vive en la casa de su exesposa porque fue desalojado de su edificio, severamente dañado por el terremoto del martes.

El sismo de hoy "sí se sintió fuerte", aunque no tanto como los dos terremotos registrados el 19 de septiembre, en 1985 y 2017, dijo a Efe este residente de la del Valle, quien hace turnos con sus vecinos para velar el edificio donde vivía desde una calle cercana y cobijado solo por un toldo.

"Toda la gente está asustada", dijo a Efe un agente de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina que resguarda uno de los colapsados donde aún se realizan labores de rescate de sobrevivientes.

Los vecinos de la zona salieron corriendo de sus casas al escuchar la alerta sísmica, una escena que se repitió hoy por toda la ciudad. 

Puerto Rico tardará "meses" en recuperar la totalidad del servicio de luz


EFE
San Juan
El secretario de Asuntos Públicos de Puerto Rico, Ramón Rosario, advirtió hoy que el 100 % de los abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) tardará "meses" en tener luz, tras el paso del huracán María que dejó a la isla sin electricidad.
En una conferencia de prensa, recordó que tras el paso del ciclón Hugo (1989) se tardó cuatro meses en recuperar la totalidad de la energía, mientras que después de Georges (1998) fueron seis meses.

"El 80 por ciento de las líneas de distribución de la AEE están en el suelo, inservibles", señaló.

En este sentido, reiteró que la prioridad será dotar de energía los hospitales y centros de diálisis, en especial el Centro Médico de San Juan, que se convertirá en el principal de toda la isla, mientras que el hospital San Pablo en Bayamón ya tiene luz.

Por otro lado, subrayó que el 80 por ciento de los cultivos en Puerto Rico sufrieron daños por el paso de María y que en dos o tres días podría estar "completamente normalizado" el suministro de la gasolina en la isla.

"Lo importante es que los conductores lleguen a poder suministrarla", concluyó Rosario.

Tiembla la tierra nuevamente en México: Oaxaca reporta sismo de 5,8 grados

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La tierra tembló fuerte otra vez hoy en Oaxaca, donde el Servicio Sismológico Nacional (SMN) registró un movimiento telúrico de 5,8 grados en la escala de Richter, tras más de tres mil réplicas del terremoto del 7 de septiembre.
Resultado de imagen de tiembla nuevamente en mexicoSegún el SMN, el temblor tuvo epicentro en Salina Cruz, donde Petróleos Mexicanos tiene una refinería que no consigue restablecerse tras sufrir los efectos de fenómenos naturales como inundaciones y sismos.
Resultado de imagen de tiembla nuevamente en mexicoAntes del seísmo de hoy, el gobernador oaxaqueño, Alejandro Murat, dijo que el estado ya pasó la emergencia provocada por el terremoto de hace dos semanas, aunque persisten las réplicas y continúa la contabilización de daños en las viviendas.
Un sismo de magnitud 8.2 grados en la escala de Richter sacudió en la noche del jueves 7 de septiembre las zona sur y centro del país, con saldo de unos 96 muertos y numerosos heridos.