Los pilotos hicieron lo imposible para no morir
Estudiantes de aviación explican que el avión Pillán iba muy bajo al momento de precipitarse
E l avión T-35 Pillán que se precipitó al mar Caribe, durante el
show aéreo, es usado en entrenamiento militar por la Fuerza Aérea
Dominicana y en acrobacias en otros países.
Al momento de estrellarse, los pilotos fallecidos, Rafael Eduardo Sánchez Astacio y Carlos Manuel Guerrero Guerrero, realizaban la “pirueta barril” en dirección este-oeste, frente a la multitud, en el tercer avión de una formación de tres.
La “pirueta barril” es un giro de 360 grados sobre su eje longitudinal. Anteriormente, el primer Pillán completó su maniobra, seguido del intento fallido del segundo avión, que abortó por causa desconocida. Los estudiantes de aviación, Alberto Segura y Junior Alba, fueron espectadores de primera mano de la tragedia, y explican que los pilotos hicieron lo imposible para evitar su muerte.
Precisamente, Alba, como estudiante de aviación, tomaba fotografías del espectáculo.
“Ellos hicieron el procedimiento adecuado de colocar la nariz hacia abajo para ganar velocidad (air speed) y así hacer más maniobrable el avión y poder elevarse. Pero, iba muy bajo para recuperarse”, dijo Segura.
El T-35 Pillán es un avión de instrucción primaria, convencional, con asientos tándem, excelente índice de ascenso y con características totalmente acrobáticas, que le permiten gran maniobrabilidad. Igualmente, es capaz de despegar con 2,900 libras, realizar acrobacias e incluso aterrizar con el mismo peso, sin verse limitado de ninguna forma. l
Al momento de estrellarse, los pilotos fallecidos, Rafael Eduardo Sánchez Astacio y Carlos Manuel Guerrero Guerrero, realizaban la “pirueta barril” en dirección este-oeste, frente a la multitud, en el tercer avión de una formación de tres.
La “pirueta barril” es un giro de 360 grados sobre su eje longitudinal. Anteriormente, el primer Pillán completó su maniobra, seguido del intento fallido del segundo avión, que abortó por causa desconocida. Los estudiantes de aviación, Alberto Segura y Junior Alba, fueron espectadores de primera mano de la tragedia, y explican que los pilotos hicieron lo imposible para evitar su muerte.
Precisamente, Alba, como estudiante de aviación, tomaba fotografías del espectáculo.
“Ellos hicieron el procedimiento adecuado de colocar la nariz hacia abajo para ganar velocidad (air speed) y así hacer más maniobrable el avión y poder elevarse. Pero, iba muy bajo para recuperarse”, dijo Segura.
El T-35 Pillán es un avión de instrucción primaria, convencional, con asientos tándem, excelente índice de ascenso y con características totalmente acrobáticas, que le permiten gran maniobrabilidad. Igualmente, es capaz de despegar con 2,900 libras, realizar acrobacias e incluso aterrizar con el mismo peso, sin verse limitado de ninguna forma. l
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