Puerto Príncipe, 23 nov.- Una nueva marcha se registró hoy en la capital haitiana para reclamar la dimisión del presidente del país, Jovenel Moise, durante una jornada en la que la ciudad trató de retornar a la normalidad tras varios días paralizada.
Aunque la protesta no fue tan multitudinaria como la del domingo pasado, miles de personas acataron el llamado de un sector de la oposición y marchó desde el centro de Puerto Príncipe, rumbo a la exclusiva zona de Pétion Ville, al sureste de la capital.
Hasta Pétion Ville solo llegó un grupo que logró romper el cerco policial en la zona de Delmas 60 (este), donde los agentes lanzaron bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes.
Algunos manifestantes, por su lado, lanzaron piedras hacia los policías y hacia algunos negocios, por lo que se vivieron momentos de tensión.
Debido a la protesta, las actividades en Pétion Ville quedaron paralizadas durante varias horas.
En una nota de prensa, la coalición opositora Sector Democrático y Popular rechazó la actuación policial durante la marcha, que calificaron de “pacífica”, al tiempo que reiteraron que continuarán su lucha hasta lograr la dimisión de Moise, en el poder desde febrero de 2017.
“No vamos a dialogar con este Gobierno que reprime manifestaciones pacíficas”, advirtieron.
Por su lado, en rueda de prensa, portavoz del Gobierno, Eddy Jackson Alexis, instó a la oposición a respetar los principios democráticos, y señaló que se ha dado instrucciones a la Policía de no tolerar actos de violencia.
Asimismo, afirmó que el Gobierno ha empezado a consultar a varias personas y sectores de cara a un diálogo, que rechaza un sector de la oposición.
“Vamos a invitar a todos a la mesa del diálogo. En este mismo tiempo estamos trabajando para un nuevo presupuesto y también en programas para ayudar a las personas más vulnerables”, subrayó.
Precisamente ayer, la comunidad internacional apoyó la legitimidad del Gobierno haitiano e hizo un llamado al diálogo tras las movilizaciones de los últimos días, que estuvieron precedidas el domingo por una multitudinaria protesta que dejó varios muertos.
Mientras tanto, Puerto Príncipe trata de retomar la normalidad, aunque las escuelas y algunos negocios permanecieron cerrados, pero en la mañana funcionó el transporte público.
En un mensaje a la nación la noche del miércoles, Moise reiteró su llamamiento al diálogo y dijo que durante su mandato “nadie va a poner en peligro los intereses del país”.
Sin embargo, este nuevo llamado al diálogo fue rechazado por un sector de la oposición que pide la renuncia del gobernante.
La oposición, además, critica que el Gobierno del deprimido país no haya anunciado medidas especificas respecto a demandas como el hambre, el desempleo, la inflación y la corrupción en esta nación, donde más del 60 % de su población no tiene empleos.
En los últimos meses, Haití, donde más de la mitad de los 10 millones de habitantes sobrevive con menos de 2 dólares diarios, ha sido escenario de movilizaciones y protestas que se iniciaron en julio por un aumento en los precios de los combustibles, que el Gobierno dejó sin efecto poco después.
Desde agosto pasado se han multiplicado las protestas para exigir al Gobierno que aclare el manejo supuestamente fraudulento que se hizo de los fondos de Petrocaribe, programa por el cual Venezuela suministra petróleo al país en condiciones blandas, y se enjuicie a los responsables.
En las manifestaciones del pasado domingo murieron tres personas, según la Policía, aunque los organizadores afirman que se registraron al menos 11 muertos.
El Parlamento haitiano publicó en 2017 un informe en el que involucra a exfuncionarios del partido actualmente en el poder en presuntas irregularidades en el uso de los fondos de Petrocaribe, pero hasta ahora nadie ha sido procesado por este caso, en el que se desviaron más de 2.000 millones de dólares, según una investigación del Senado. EFE
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