Por Jeovanny Terrero
Eran las 7:20 a.m. del martes 11 de septiembre del 2001 me dirigía a mis labores de trabajo en Long Island, y al cruzar el Throgs Neck Bridge en compañía de José Castillo, él se detuvo y nos dice cito: “observen que belleza de ciudad.”, y yo le respondí, ¡esa vista es lo que muestran para promover la ciudad de Manhattan!
Lo que nunca pensé fue que esas palabras de Pitaco (como los barahoneros llaman a José Castillo), que nos hizo mirar hacia las Torres Gemelas eran las últimas vistas que la modernidad me mostraba de esas hermosas estructuras que le daban belleza a la ciudad de Nueva York.
Luego de estar en mis labores diarias, a las 8: 49 AM, un compañero de trabajo nos dice que un avión chocó con las Torres Gemelas. ¿No relajes? le dije. ¡Es verdad!, me respondió. Lamentablemente era cierto.
Todos nos conectamos con nuestros familiares para compartir la información, las líneas estaban congestionadas, se cortaban a uno, la ciudad de Manhattan estaba cerrada, pasamos la noche en Long Island, gracias a la gentileza de un empresario.
Al regresar a mi hogar al otro día, las calles estaban desiertas, pensé que podía descansar y tratar de no ver más esas imágenes en la televisión que parecían películas de terror.
Pero era imposible dejar de verla, hacerlo era estar desinformado. Fueron días duros para todos los que habitamos en ese momento en esa gran nación, un maldito le cegó la vida a miles de seres humanos.
Me cuestionaba con mucha sensibilidad y me preguntaba he perdido a mi madre y sé el dolor que se siente, pero cuando pasaban las noticias de personas mostrando las fotos de sus familiares que trabajan en las Torres Gemelas, me partía el alma ver esas imágenes, el humo se veía desde el alto Manhattan.
Lo confieso, en ese entonces pensé era más fuerte ante este tipo de tragedia, no sé si he cambiado pues no lo he vuelto a vivir y espero que no. Me gusta el oficio, y no soy reportero de guerra. En la universidad te enseñan a ser objetivo y dar datos sin emitir opinión. Sin embargo presencié a profesionales del periodismo llorar ante esa tragedia. Las aulas no te enseñan esas cosas, es por eso que el periodismo se aprende haciéndolo.
La indignación que esas acciones dejaron en el mundo entero no se podía describir con palabras. La humillación era inimaginable. Ni siquiera en Pearl Harbor se contabilizaron tantos muertos. El 11 de septiembre, para muchos el mundo se detuvo lo que condujo a la guerra más larga que haya protagonizado Estados Unidos en su historia.
Y para terminar esos ataques terroristas, el de las Torres Gemelas, el avión que se estrelló contra el Pentágono y otro en un campo de Pennsylvania desataron el nacionalismo estadounidense. Ese día el mundo se detuvo. Hace 21 años. Siendo los verdaderos ganadores la industria militar.
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