En los hombres, lograr erecciones firmes es fundamental para una vida sexual plena, pero también el tiempo que son capaces de prolongar el acto sexual es primordial para satisfacer a su pareja y lograr el propio orgasmo.
Según un estudio realizado por fisioterapeutas de la Universidad James Cook en Australia, los hombres que quieren durar más tiempo en la cama tienen que hacer esto: ejercicios de suelo pélvico.
De acuerdo con la investigación, estos ejercicios pueden incluso mejorar disfunciones sexuales y curar en 47 por ciento la falta de erecciones y en 83 por ciento la eyaculación precoz, una tasa mejor que la ofrecida por los medicamentos.
En los hombres que no padecen disfunciones sexuales, los ejercicios del piso pélvico pueden mejorar su desempeño sexual y prevenir alteraciones de la próstata y la vejiga.
¿Cómo se hacen los ejercicios de suelo pélvico?
Chris Myers, el fisioterapeuta que dirigió el estudio, aseguró que el debilitamiento de los músculos de la zona pélvica “puede afectar directamente la fuerza eréctil y el proceso de eyaculación”, por lo que los ejercicios pélvicos pueden prevenir disfunciones y no son invasivos ni costosos, a diferencia de los fármacos.
A menudo, estos ejercicios son recomendados a las mujeres después del parto o  a las personas con problemas de incontinencia urinaria, pero para los hombres pueden ser también muy efectivos.
Los expertos recomiendan apretar los músculos pélvicos de 10 a 15 veces seguidas en dos o tres series diariamente. Para identificar este grupo muscular pueden subir los testículos o detener la orina; esos son los músculos pélvicos.
Es importante no contener la respiración ni apretar el estómago o las nalgas al realizar los ejercicios, sino tratar de aislar la zona pélvica y ejercitarla. Hay que tomar unos minutos de descanso antes de empezar la siguiente serie. Al principio, tres o cuatro series al día serán suficientes y cada semana se puede aumentar una serie.
Después de algunas semanas, se pueden sostener los apretones unos segundos e incrementar la cantidad de ellos. Los ejercicios deben continuar incluso después de que empieces a experimentar sus beneficios.
Myers sugiere consultar a un fisioterapeuta del suelo pélvico que prescriba la combinación adecuada de frecuencia y ejercicio según las condiciones individuales de cada persona