EEUU Nuevos lineamientos a viajeros del mundo entero se dieron a conocer recientemente por el Secretario de Estado, Rex Tillerson.
Aquellos que soliciten una visa para entrar a territorio estadounidense deben apegarse, durante al menos tres meses, a los planes que informaron a las autoridades migratorias o de lo contrario perderán inmediatamente sus visas, quedando indocumentados.
En los primeros tres meses una persona que viajó a Estados Unidos como turista no podrá casarse con un ciudadano estadounidense, asistir a la escuela o tener algún tipo un trabajo. De hacerlo el gobierno asumirá que esta persona mintió de forma deliberada a la hora de presentar su solicitud de viaje a EEUU. Esto hará que pierda su permiso de permanecer en el país así como cualquier tipo de cambio de status migratorio.
Si hay cambios en los planes de viaje después de tres meses de que el inmigrante llegó a los Estados Unidos no se tomarán como una falta, sin embargo si serán tomados en cuenta por las autoridades migratorias a la hora de renovar la visa, pedir un cambio de estatus o aplicar a la residencia legal, según explica el comunicado del la Secretaría de Estado.
“Si alguien viene a Estados Unidos como turista, se enamora y se casa dentro de los primeros 90 días de su estancia en el país y después solicita una tarjeta de residencia, se le negará la solicitud”, señaló Diane Rish, directora adjunta de relaciones gubernamentales de la Asociación de Abogados de Inmigración Americana en entrevista con el Economic Times. “Este es un cambio significativo en las políticas migratorias de EEUU”.
La nueva regla no se pondrá en práctica para viajeros de 38 países, principalmente ciudadanos de Europa y naciones aliadas como Australia, Nueva Zelanda y Japón que no necesitan visa o un plan explícito de viaje, negocios o educativo antes de ingresar a Estados Unidos.
No obstante, gran parte de las personas que provienen de Sur América, Medio Oriente, África y Asia necesitan visa, y las decisiones consulares sobre quiénes las obtienen tomarán en cuenta minuciosamente el plan de viaje de cada inmigrante.
Las nuevas reglas son parte de una iniciativa de la administración de Trump para tomar medidas más enérgicas no solo en contra de la inmigración ilegal, sino también para reforzar las restricciones a la inmigración legal.
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