Oakland (EEUU) (EFE).- La figura del alero estrella LeBron James brilló más que nunca la noche de este domingo al convertirse en el gran héroe de las Finales de la NBA que ganaron (4-3) los Cavaliers de Cleveland al vencer (89-93) en el séptimo partido a los Warriors de Golden State.
La hazaña deportiva, histórica para los Cavaliers y la ciudad de Cleveland, no ganaban un título de liga desde el año 1964 cuando lo consiguieron los Browns de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), fue posible por la aportación de James que en el séptimo partido fue de un triple-doble (27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias).
James concluyó las Finales con unos promedios de 29,7 puntos; 11,3 rebotes y 8,9 asistencias, que le permitieron ser elegido de forma unánime ganador del premio de MVP, después de haber tenido dos partidos consecutivos, el quinto y el sexto, 41 puntos.
“Es una alegría inmensa la que siento”, declaró James, que admitió que los dos títulos anteriores conseguidos con los Heat fueron muy importantes, pero éste era especial. “Lo he conseguido con el equipo de mi ciudad y por eso regresé”.
James, que jugó las séptimas Finales de la NBA, seis consecutivas, algo que sólo logró el legendario Bill Russell, el mismo que le entregó el trofeo de MVP, que lleva su nombre, también lo ganó en los títulos conseguidos con los Heat de Miami (2012 y 2013).
La estrella de los Cavaliers, que el sábado había dicho que no le preocupaba el premio de MVP, tercero que gana en unas Finales, sino conseguir el título de campeón de liga, logró los dos objetivos de forma brillante.
James se convierte en el tercer jugador en la historia de la NBA que en el séptimo partido de las Finales consigue un triple-doble al unirse al legendario Jerry West (1969) y James Worthy (1988), ambos con el equipo de Los Ángeles Lakers.
James, de 31 años, en julio del 2014 decidió dejar a los Heat y volver como agente libre con los Cavaliers para su segunda etapa con el equipo que lo seleccionó con el número uno en el sorteo universitario del 2003.
Los compañeros de James fueron los que más alabaron la gran labor realizada por James, sin la cual nunca hubiesen podido conseguir el título de campeones y mucho menos remontar una desventaja de 1-3 en la serie al mejor de siete, primer equipo en la historia de la NBA que lo consigue.
El base Kyrie Irving, que también fue uno de los grandes protagonistas en la victoria de la serie y en el séptimo partido con el triple decisivo que rompió el empate a 89-89 a falta e 53 segundos, definió la figura de James como “el mejor jugador del planeta”.
Por su parte, el entrenador interino de los Cavaliers, el novato Tyronn Lue, dijo que la gran virtud de James no estaba sólo en el talento que poseía como atleta, sino en el corazón “enorme” que tenía.
“Puedes ver su talento, la manera como controla el juego”, destacó Lue, que sustituyó al comienzo de la temporada al entrenador David Blatt, que fue despedido aunque tenía marca ganadora, pero no había buena química con James. “Pero la razón por lo que se merece este título es por el gran corazón que posee… y cosas importantes siempre se dan con personas como él”.
James vivió la noche más importante de su brillante trayectoria profesional y lo hizo ante el equipo –los Warriors– con la mejor marca de victorias en la historia de la NBA, que al final no pudo, precisamente, con el corazón de campeón y líder que siempre mostró en el campo el verdadero “King” del baloncesto profesional.EFE
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