sábado, 18 de junio de 2016

BARAHONA: Júbilo tras el renacer del río Birán

POR JUAN FRANCISCO MATOS
Río viran
BARAHONA:   Hay júbilo en esta ciudad porque el río Birán, que estaba seco desde hace más de  un año, ha revivido de nuevo, producto de las fuertes lluvias caídas en esta zona en los últimos días.
Para los pobladores esto ha sido una bendición de Dios, porque precisamente el río que atraviesa por el mismo corazón de esta ciudad, revive cuando una fuerte temperatura comienza a sentirse en esta provincia
Desde ya comunitarios de todas las edades se bañan en la cabeza donde nace el Birán y en todo el curso de este hasta su desembocadura en el Mar Caribe, en la playa de Punta Inglesa.
“Ya no tenemos que ir a balnearios de la zona costera a refrescarnos, porque Dios nos ha devuelto de nuevo esta fuente de agua natural que pasa por el mismo corazón de este pueblo”, comentaron varias personas
Los comunitarios le han puesto el nombre de “Moriviví”, debido a que muere en tiempos de sequía y cuando llueve torrencialmente, vuelve de nuevo a la vida.
Este río comenzó a reducir su caudal de agua en la década del 1950, en plena era de Trujillo, cuando la loma donde este tiene nacimiento comenzó  a ser dinamitadas para obtener una piedra que era utilizada para la fabricación de cal, un material en polvo blanco de venta muy barata, que  familias pobres adquirían  para pintar sus viviendas, tanto construidas de bloques como de madera, producto que también era transportado en grandes camiones hacia la ciudad capital para otros fines.
Cuando cesó está práctico a inicios de la década del 60, el Birán siguió disminuyendo su caudal, producto de la destrucción de su zona boscosa para la fabricación de carbón vegetal por parte de familias pobres.
Su situación se agravó cuando personas, a finales de los años 60, comenzaron a derribar frondosos y grandes árboles  en todo su curro para la construcción de viviendas desde su cabecera, en el sector Pueblo Nuevo, hasta el barrio La Playa.
Esta situación se agravó cuando esas familias establecidas ya en ambos lados del río comenzaron a lanzar al mismo basura y todo tipo de desperdicios, lo que junto a las grasa de los vehículos que desaprensivos lavaban en su cabecera contaminaron sus aguas.
Producto de toda esta anomalía, que nunca fue enfrentada con seriedad y responsabilidad por las autoridades municipales y funcionarios de los gobiernos de tuno, el Birán llegó a un estado que se secaba en tiempos de sequía y aparecía de nuevo cuando llovía, situación que mantiene hasta el momento.

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