jueves, 28 de abril de 2016

OPINION: Algo anda mal en el proceso electoral del 15 de mayo…

No es casual que el 20 de abril del año en curso a la 10:41 de la mañana el subcomandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Teniente General Joseph P. Disalvo, visitara en su despacho al ministro de Defensa de la República Dominicana, Teniente General Máximo W. Muñoz Delgado y dos días después el subsecretario para el hemisferio occidental en representación del Departamento de Estado de los EEUU, Juan González, hiciera lo mismo al presidente Danilo Medina y a su salida del Palacio instara a las autoridades dominicanas a permitir que observadores internacionales participen en las elecciones que se celebrarán el próximo 15 de mayo.
El enviado del presidente Barack Obama, Juan González, al concluir su reunión con el presidente Medina le pidió que se permitan los observadores en las elecciones. Sus argumentos en declaraciones a la prensa nacional e internacional fueron los siguientes:  “Estados Unidos siempre abre las puertas a observadores internacionales, esa es nuestra experiencia y es muy común alrededor del mundo, y lo que esperamos es que República Dominicana haga lo mismo en estos comicios, este país caribeño debe demostrarle al mundo que en este proceso los votos de todos sus ciudadanos cuentan”, lo que significa que aquí están cerradas las puertas y ellos vinieron a abrirlas…
Según nuestra fuente presidencial, el jefe del Estado dominicano, discípulo del profesor Juan Bosch, le dijo al representante del gobierno norteamericano el señor González, más o menos lo siguiente: “en la República dominicana existe la separación de los poderes, establecido en la Constitución nuestra, la Junta Central Electoral es autónoma y no puedo interferir en sus decisiones, sería una injerencia de mi parte”. Le dio de su propia medicina al plenipotenciario americano.
Por lo visto, González, el representante del Departamento de Estado de los EEUU,  para poder cumplir su misión en el país tendrá que “hilar fino con el expresidente Leonel Fernández”, quien ahora tendrá la oportunidad de pasar facturas al imperio estadounidense, el cual le impidió entre otras cosas ser candidato presidencial en el 2016. Lo digo porque el príncipe es quien le baja líneas al presidente de la Junta Central Electoral, Roberto  Rosario Márquez, y fue quien lo puso ahí, y es al único que le acepta que le diga lo que tiene que hacer y hasta ahora se ha mantenido leal al presidente del PLD. Los que conocemos al dueño de la Junta, por los menos hasta estas elecciones, sabemos que es un tipo cuadrado, por algo le dicen “Roberto Trujillo Márquez”. Ya lo ha demostrado en los enfrentamientos con el embajador James Wally Brewster.
El pasado 23 de marzo la embajada de los Estados Unidos planteó a la Junta Central Electoral (JCE) que acredite a 26 miembros del cuerpo diplomático para participar como observadores en el proceso electoral, sin embargo, el Pleno de la institución que lo controla Trujillo Márquez, decidió que los miembros de la delegación diplomática acudirán solo como invitados sin voz ni voto. Por eso digo que algo anda mal en el proceso electoral del 15 de mayo, porque en la República Dominicana siempre se le ha permitido a los organismos internacionales observar las elecciones presidenciales incluyendo las del dictador Rafael Leónidas Trujillo.

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