Katmandú.- Un terremoto de 7,9 grados en la escala Richter dejó este sábado cientos de muertos y heridos en Nepal, en una de las peores catástrofes naturales en la nación asiática en los últimos años.
Alrededor del mediodía de hoy en el país del Himalaya, un movimiento tectónico con epicentro a 80 kilómetros al noroeste de Katmandú arrasó edificios y carreteras para dejar un balance temporal de al menos 688 muertos.
Fuentes del Centro Nacional de Operación de Emergencia, dependiente del Ministerio del Interior, confirmaron a Efe la cifra de muertos, 181 de ellos en Katmandú, que a esta hora es la zona más afectada del país por el seísmo, pero indicaron que aún no hay datos oficiales sobre el número total de heridos.
Extraoficialmente se maneja la cifra de más de un millar de lesionados.
Todos los hospitales de la capital están en estado de emergencia, mientras el personal de los servicios públicos buscan entre los escombros a posibles supervivientes.
Según pudo constatar Efe, decenas de personas están recibiendo atención sanitaria en las calles de la capital ante la imposibilidad de atender a todos los heridos en las instalaciones de los centros de salud.
En Katmandú se pueden ver derrumbes de edificios, particularmente antiguos, incluidos templos y monumentos. Medios locales han informado además de que la torre Dharahar, un importante atractivo turístico, se ha convertido en escombros.
Miles de personas se encuentran en las calles desde que se produjo el movimiento telúrico alrededor de las 11.56, hora local (06.11 GMT), ante el riesgo de que otras edificaciones se derrumben.
Se ha informado también de carreteras y edificaciones colapsadas pero no hay aún un balance de daños concreto.
Algunas calles y vías alrededor de la capital están completamente destrozadas por las grietas abiertas por el deslizamiento tectónico.
El aeropuerto internacional de Katmandú ha sido reabierto tras permanecer cerrado al tráfico varias horas durante la mañana.
El terremoto tuvo su epicentro en un punto alrededor de 80 kilómetros al noroeste de Katmandú, y posteriormente se han registrado al menos 16 réplicas de entre 4,2 y 6,6 grados según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que inicialmente estimó la potencia del fenómeno en 7,5 grados.
Los efectos del terremoto llegaron incluso a los vecinos India y Pakistán, aunque afectó mucho más al primero, especialmente en sus estados más orientales, donde se produjeron 34 muertos, casi todos en derrumbes.
India reaccionó inmediatamente tras el sismo, y el primer ministro, Narendra Modi, convocó una reunión de su Ejecutivo para abordar la situación en el país y trasladar ayuda a Nepal.
En horas de la tarde embarcaba el primer cargamento de ayuda humanitaria rumbo a Katmandú con tres toneladas de equipo y personal especializado en catástrofes.
Los efectos del terremoto han llegado incluso hasta las cumbres del Everest.
Un número aún no confirmado de montañeros han fallecido en el campo base al pie del Everest, según indicó a Efe telefónicamente el español Javier Camacho Giménez, que junto a su compatriota Ricardo Fernández, se encontraban en el lugar para intentar ascender a la cumbre del Lhotse.
Otras fuentes, también confirmaron a través de la redes sociales que un número importante de montañeros se han visto afectados por el terremoto.
Desde 2005 no se producía un terremoto de semejante intensidad en la zona. Ese año en Cachemira se produjeron 84.000 muertos en un seísmo de 7,6 grados.
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