SANTO DOMINGO. El escenario presidencial del 2016 se vuelve más fluido sin Danilo Medina en la boleta. En una boleta sin el actual Presidente, una pluralidad de votantes (31 por ciento) apoyaría a Leonel Fernández. Diez y siete por ciento de los dominicanos apoyaría a Hipólito Mejía y un 14 por ciento votaría por Luis Abinader. Guillermo Moreno y Miguel Vargas Maldonado obtendrían 7 y 3 por ciento respectivamente. Federico –Quique- Antún atraería el 1 por ciento de los votos. Aunque no aparece en la boleta, un 13 por ciento de los votantes afirmaron de manera voluntaria que apoyarían a Medina en el escenario señalado.
Treinta y un por ciento no es suficiente para empujar a Fernández a una victoria en primera vuelta. En una segunda vuelta con Mejía, Fernández tiene una ventaja de 10 puntos, 47 a 37 (con un 12 por ciento que firma que no votaría por “ninguno”). Abinader sale mejor parado contra el ex presidente: en una segunda vuelta, 46 por ciento votaría por Fernández y 42 por ciento por Abinader (de nuevo con una porción significativa -10 por ciento’ que dice que no votaría por ellos). A diferencia de Mejía, Abinader obtiene más apoyo de los partidos pequeños, y gana votos indecisos en la segunda vuelta. En este escenario, Abinader obtiene el 62 por ciento de los votos de Moreno (Mejía sólo amasa el 30 por ciento); Abinader gana el 28 por ciento de los que dijeron “ninguno” en la primera ronda (Mejía sólo obtiene el 19 por ciento de éstos).
En una carrera con multi candidatos sin Medina, Fernández está mejor posicionado, aunque es más débil que dos años atrás (y cuando estaba previamente en la boleta). Sus tasas favorables también están bajando: ahora, sólo el 28 por ciento de los dominicanos ven de manera favorable al ex presidente, una caída de 17 puntos desde el 2012. Una ligera mayoría, 52 por ciento, afirma que aprueban la labor que realizó Fernández como presidente, pero su porcentaje de aprobación cuando salió de la presidencia en mayo del 2012 era de 66 por ciento, lo que representa una caída de 14 puntos.
La encuesta sugiere que la corrupción está desfavoreciendo a Fernández. La corrupción es una preocupación principal: el 35 por ciento de los dominicanos la considera una de las dos prioridades más importantes (sólo la supera el desempleo), y ha aumentado 14 puntos desde el 2012. Actualmente, el 82 por ciento dice que la corrupción está empeorando. De los líderes nacionales, más dominicanos afirman que Fernández es corrupto: cerca de la mitad, el 48 por ciento, afirma que “corrupto” es la palabra que mejor lo describe, sobre el 25 por ciento que señala a Mejía y el 7 por ciento que dice que Miguel Vargas es más corrupto (sólo el 1 por ciento afirma que Medina es corrupto).
Y la debilidad de Fernández existe aun en su propio partido. Entre aquellos que se identifican como partidarios del PLD, un tercio dice que Fernández es el más corrupto. Sus tasas favorables han caído más entre votantes del PLD que entre los otros grupos: entre partidarios del PLD, su tasa de favorabilidad ha caído 38 puntos, de 79 por ciento favorable a sol 41 por ciento favorable ahora. Entre los que votaron por Medina en el 2012, la tasa de aprobación de Fernández cayó de 80 por ciento a 41 por ciento.
“Fernández se ha debilitado especialmente por las acusaciones de corrupción”, nota Jessica Reiss, de Greenberg Quinlan Rosner, “pero no se le puede descartar”. Una pluralidad de votantes lo mira como el líder más fuerte entre las figuras nacionales (39 por ciento, comparado con 28 por ciento de Medina y 15 por ciento de Mejía). Y los votantes recuerdan con cariño su creación de la tarjeta Solidaridad: el 60 por ciento afirma que esta es la mejor razón para apoyarlo.
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