La legendaria cantante Sonia Silvestre fue declarada con "muerte cerebral" esta tarde tras sufrir un accidente cerebrovascular que la mantenía conectada a un ventilador artificial, en la Plaza de la Salud.
La popular intérprete, casada con José Betancourt, tenía tres días interna, en el referido centro de salud de la capital dominicana, de acuerdo a una fuente de entero crédito que pidió el anonimado por no estar autorizada por la familia de la artista.
Silvestre había sido ingresada a finales de diciembre de 2013 en la unidad de Cuidados Intensivos del Centro de Otorrinolaringología y Especialidades luego de que sufriera una recaída en su estado de salud.
Carrera artística
En el 1989, Sonia Silvestre publicó ¨Yo quiero andar¨, quizás su más importante y último álbum de estudio. Desde entonces, la artista de Hato Mayor iba a los escenarios con regularidad pero nunca como en la galopante primera década de su carrera en esos convulsos años 70.
Solía cantar a los poetas, en los últimos años trataba de vivir cada día como si fuera el último: leyendo un buen libro, compartiendo un trago con unos amigos, asistiendo a un espectáculo o a un concierto, porque “a mí me gusta disfrutar del arte”.
El éxito de "Yo quiero andar", una producción que se le dio al natural trabajando al lado de Cholo Brenes, Luis Días y Manuel Tejada, le posibilitó trabajar un poco más allá del 1989. “Estuve tocando durante toda la década del 90, porque la technobachata caló en la gente, y muchos otros artistas se interesaron a grabar bachata, como el mismo Juan Luis Guerra”, y el ritmo también caló en sectores de la sociedad en esos tiempos apáticos a esta música, gracias a canciones inolvidables como “Mi wachimán”, “Andresito Reina” o el tema que da título al LP.
A Sonia Silvestre, ganadora de El Soberano de los Premios Casandra (hoy Soberano) y otros reconocimientos importantes,, como muchos recordarán, la música y la popularidad la sacaron de la universidad, donde estudiaba pedagogía. “Siempre cantaba, todo el mundo sabía que me gustaba la música, pero nunca pensé que luego vendría todo lo que sucedió y mis familiares fueron los primero que se sorprendieron…”, expresó en su última entrevista que ofreció en el 2012 a elCaribe la intérprete de éxitos como “Ojalá”, “Para vivir”, “La tarde está llorando”, “Qué será de ti”, “Te regalo mi tristeza”, “Mi wachimán”, “Yo quiero andar” o “Quieres dormir y yo quiero andar”. En esa ocasión celebraba 42 años de carrera.
A Sonia le hubiese gustado grabar más discos, “nunca supe bregar con el mundo de los disqueros y la industria”, se lamentaba y cree que hubiese sido una artista más realizada “con una discografía más amplia y variada, atrás quedaron cosas que no grabé”.
La Silvestre se consideraba una “cancionera” popular, lejos de ser baladista o intérprete del bolero. Siempre prefirió grabar composiciones de su agrado, que honraban el amor, un Silvio o un Pablo. “Me siento orgullosa de mi repertorio. Tengo canciones grabadas que me hacen sentir orgullosa”, dijo quien en su juventud escribía poemas, lo que quería ser, pero la música lo ocupó todo”.
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