Santo Domingo.- El político y médico dominicano, Dr. Humberto Salazar, escribió en uno de sus acostumbrados artículo que la recolecta de firmas en el llamado Libro Verde era un instrumento utilizado por sectores políticos vinculados a la oposición para la conformación de una nueva fuerza política y que los propósitos de esta patriota gesta cívica no tendrían éxito ya que según él esto no representa un instrumento legal a través del cual se pueda “abdicar la soberanía del poder judicial dominicano frente a un organismo extranjero”.
Las razones que pudieron haber motivado dichas críticas, ya que como todos sabemos, toda defensa que se realiza en favor del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, tiene detrás o un nombramiento en un puesto público o beneficios recibidos a través de contratas y privilegios del Estado, ya que las defensas políticas en estos predios caribeños no son gratuitas.
Nuestro equipo de investigación encontró que la esposa del Dr. Humberto Salazar, la Sra. Elizabeth del Carmen LLauger Belliard esta nombrada como cónsul en la Embajada de Italia y sus hijos los Sres. Marcelo Alberto Salazar Alberty, Ricardo Enrique Salazar Alberty y Silvina Valeria Salazar Alberty, están nombrados con lujosos sueldos en la Liga Municipal Dominicana, Superintendencia de Electricidad y también en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Consideramos legítimo que todo ciudadano dominicano tenga la oportunidad de disfrutar de los orgásmicos placeres que provoca el nombramiento en un puesto público desarrollando sus capacidades profesionales y potencializando sus talentos, por lo que proveemos estos datos al pueblo dominicano más como una información para su conocimiento y no como una crítica destructiva a la vida personal o laboral de los valiosos jóvenes mencionados.
En total la esposa y los tres hijos cobran un aproximado de RD$450,00.00 mil pesos mensuales, esto sin contabilizar los beneficios colaterales correspondientes a los puestos que ocupan.
Aprovechamos la ocasión para felicitar al Dr. Humberto Salazar por tener el privilegio de que sus tres hijos devenguen privilegiados salarios en el Estado dominicano, en un país en el que más del 30% de los jóvenes no tienen empleo ni estudian y donde el salario promedio nacional ronda los RD$18,000 mil pesos.
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