A raíz de la pérdida de las elecciones del año 2012, una gran cantidad de dirigentes y miembros del Partido Revolucionario Dominicano PRD, fueron expulsados del Seno de dicho Partido, en razón de que irrespetaron el nivel jerárquico y la investidura de su Presidente Miguel Vargas Maldonado.
Entre esos dirigentes hay que mencionar a quien fuera el candidato perdedor de esa contienda Ing. Hipólito Mejía, al ex Senador Abraham Bautista Alcántara, al alto dirigente y ex Diputado Jesús Chu Vásquez y a la Lic, Gianilda Vásquez. Detrás de ellos, también se fueron decenas de sus seguidores.
En esa oportunidad, fuimos reiterativos en varios escritos que publicamos en algunos medios de comunicación, al considerar que estos dirigentes no debieron irse de su Partido y que lo que procedía era que pidieran un perdón publico a la alta dirigencia del Partido y que desde adentro, iniciaran un trabajo de acercamiento y de erradicación de los motivos que los empujaron a actuar en contra de lo que les establecían las Reglas internas de su agrupación.
En lugar de reflexionar en forma inteligente, lo que hicieron fue satanizar a Miguel Vargas, a quien llegaron a calificar como “el político más estúpido de América Latina, entre otros epítetos muy conocidos.
Invadieron el Partido Alianza Social Demócrata del Lic. Luis Abinader, lo sorprendieron en su buena fe y le hicieron creer que formarían con él, un nuevo Partido al que le hicieron cambiar el nombre por el de Partido Revolucionario Moderno.
No se percató Luis Abinader a pesar de las advertencias, de que estaba siendo asaltado y manejado por un grupo de buitres con viejas mañas, que venían despechados por no haber podido doblegar a Miguel Vargas, quien se impuso a sus deseos, manteniendo la institucionalidad del PRD.
El haber querido hacerle las cosas imposibles, obligó a Miguel Vargas a negociar aunque en condiciones muy desventajosas, con el PLD, cosa que no hubiese sido necesaria, si ellos no abandonan su Partido.
Hoy, al no haber podido lograr lo que se propusieron en el PRM, que era sacar de juego a Luís Abinader, para ellos alzarse con el Santo y la Limosna, relegándolo a un segundo plano, han optado por retornar a su antiguo PRD; al mismo del cual habían dicho, que jamás seria Partido porque Miguel se lo había comido.
Después de haber apocado tanto al enemigo que ellos mismos por ambición construyeron, en una traición colectiva encabezada por el propio Hipólito Mejía, hoy han tenido que retornar, arrodillándose a sus pies y rogándole que les levante las manos en un acto de juramentación, en una actitud que solo los sinvergüenzas pueden exhibir.
Qué baja autoestima han demostrado esos perredeístas sin honor político, al tener que venir a votar por un partido como el PLD, al cual denigraron y satanizaron y lo peor es que tendrán que soportar la pena de saber que si no se hubiesen ido de su partido, quizás hoy fuesen opción de poder.
Escupieron para arriba y les cayó en la cara, tal y como lo dice el viejo refrán.
¿Cómo creer en los desprestigiados políticos dominicanos, que solo andan detrás de dinero y poder?.
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